El Día Internacional del Trabajo nos obliga no solamente a saludar a las y los trabajadores sino a preguntarnos acerca de la calidad del trabajo que tenemos, la satisfacción con el mismo de quienes lo realizan y si cumplimos o no en el Perú y en Lima en particular, con garantizar un empleo digno. La respuesta es que no está garantizado el derecho. Con diez años continuos de crecimiento económico los derechos laborales vienen descendiendo, el autoempleo es el doble que en los años 70. El sondeo del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Católica por el Día Internacional del Trabajo señala en su introducción: “… es importante notar que 63% de encuestados se reconoce como trabajador independiente y sólo el 13% dice estar en planilla como estable. En 47% de los hogares limeños un adulto busca empleo hoy y son los jóvenes y los vecinos y vecinas de los llamados sectores D y E quienes tienen más temor a perder su empleo y expresan en una mayoría que, a pesar de la bonanza, sus posibilidades de encontrar empleo son iguales o peores que hace cinco años.

Esto tiene que ver con la opción neo liberal de nuestra economía que no logra incorporar al trabajo con derechos a las personas y que genera desigualdad.

Por ello, por los mártires de Vitarte, por quienes lucharon para que el trabajo fuera no solamente una forma de sobrevivir sino de vivir con dignidad, celebremos este 1 de Mayo en la lucha por una sociedad justa y próspera